La asignatura propone un punto de encuentro entre las dos vertientes fundamentales de la carrera de Letras (los estudios lingüísticos y literarios) a partir de la articulación de contenidos que ponen en foco la problematización de sus diversos objetos de estudio (la norma y el canon, la obra y el autor, el texto y su lengua) desde los procesos de fijación y variación de los que son susceptibles en su devenir histórico. De este modo, se propone integrar la dimensión empírica, teórica e historiográfica tanto en el estudio de la historia de la lengua como el devenir de la creación literaria y sus procesos de génesis, recuperando la reflexión sobre cómo editar textos y sobre qué es lo “publicable”, fundacional en relación con la filología y renovada en las actuales condiciones de producción y circulación.

Esta confluencia, necesariamente, debe darse entre corrientes y prácticas que hacen forzoso el sustraerse a la compartimentación discreta de las especialidades. Por ello, se integran en el programa contenidos relativos al trabajo sobre la lengua y la literatura atravesados en ambos casos por la historia, sus prácticas, su materialidad y agentividad, presentando líneas de trabajo y enfoques teórico-metodológicos en las antípodas de cualquier sesgo inmanentista (sea esta inmanencia la de la obra o la de la langue). De este modo, los archivos de la lengua y de la literatura se superponen e intersectan: a partir de un enfoque sobre la historia de la lengua que considera como componente necesario y no meramente anecdótico la historiografía lingüística y su relación con la historia política y cultural, es posible leer en las huellas materiales de la creación literaria los movimientos de extranjería, apropiaciones y desposesión que la literatura puede efectuar en el habla de una comunidad imaginada.

El enfoque propuesto por la cátedra es de una Filología Hispánica que integre saberes y prácticas reflexivas y localizadas, desde una Universidad pública y un Instituto de Investigación que promueven la producción de pensamiento en y desde América Latina, en diálogo permanente con proyectos transnacionales.

 

La asignatura propone un punto de encuentro entre las dos vertientes fundamentales de la carrera de Letras (los estudios lingüísticos y literarios) a partir de la articulación de contenidos que ponen en foco la problematización de sus diversos objetos de estudio (la norma y el canon, la obra y el autor, el texto y su lengua) desde los procesos de fijación y variación de los que son susceptibles en su devenir histórico. De este modo, se propone integrar la dimensión empírica, teórica e historiográfica tanto en el estudio de la historia de la lengua como el devenir de la creación literaria y sus procesos de génesis, recuperando la reflexión sobre cómo editar textos y sobre qué es lo “publicable”, fundacional en relación con la filología y renovada en las actuales condiciones de producción y circulación.

Esta confluencia, necesariamente, debe darse entre corrientes y prácticas que hacen forzoso el sustraerse a la compartimentación discreta de las especialidades. Por ello, se integran en el programa contenidos relativos al trabajo sobre la lengua y la literatura atravesados en ambos casos por la historia, sus prácticas, su materialidad y agentividad, presentando líneas de trabajo y enfoques teórico-metodológicos en las antípodas de cualquier sesgo inmanentista (sea esta inmanencia la de la obra o la de la langue). De este modo, los archivos de la lengua y de la literatura se superponen e intersectan: a partir de un enfoque sobre la historia de la lengua que considera como componente necesario y no meramente anecdótico la historiografía lingüística y su relación con la historia política y cultural, es posible leer en las huellas materiales de la creación literaria los movimientos de extranjería, apropiaciones y desposesión que la literatura puede efectuar en el habla de una comunidad imaginada.

El enfoque propuesto por la cátedra es de una Filología Hispánica que integre saberes y prácticas reflexivas y localizadas, desde una Universidad pública y un Instituto de Investigación que promueven la producción de pensamiento en y desde América Latina, en diálogo permanente con proyectos transnacionales.

 

La asignatura propone un punto de encuentro entre las dos vertientes fundamentales de la carrera de Letras (los estudios lingüísticos y literarios) a partir de la articulación de contenidos que ponen en foco la problematización de sus diversos objetos de estudio (la norma y el canon, la obra y el autor, el texto y sus lenguas) desde los procesos de fijación y variación de los que son susceptibles en su devenir histórico. De este modo, se propone integrar la dimensión empírica, teórica e historiográfica tanto en el estudio de la historia de la lengua como en lo que hace al devenir de la creación literaria y sus procesos de génesis, recuperando la reflexión sobre cómo editar textos y sobre qué es lo “publicable”, fundacional en relación con la Filología y renovada en las actuales condiciones de producción y circulación.

Esta confluencia, necesariamente, debe darse entre corrientes y prácticas que hacen forzoso el sustraerse a la compartimentación discreta de las especialidades. Por ello, se integran en el programa contenidos relativos al trabajo sobre la lengua y la literatura atravesados en ambos casos por la historia, sus prácticas, su materialidad y agentividad, presentando líneas de trabajo y enfoques teórico-metodológicos en las antípodas de cualquier sesgo inmanentista (sea esta inmanencia la de la obra o la de la langue). De este modo, los archivos de la lengua y de la literatura se superponen e intersectan: a partir de un enfoque sobre la historia de la lengua que considera como componente necesario y no meramente anecdótico la historiografía lingüística y su relación con la historia política y cultural, es posible leer en las huellas materiales de la creación literaria los movimientos de extranjería, apropiaciones y desposesión que la literatura puede efectuar en el habla de una comunidad imaginada.

 

La asignatura propone un punto de encuentro entre las dos vertientes fundamentales de la carrera de Letras (los estudios lingüísticos y literarios) a partir de la articulación de contenidos que ponen en foco la problematización de sus diversos objetos de estudio (la norma y el canon, la obra y el autor, el texto y sus lenguas) desde los procesos de fijación y variación de los que son susceptibles en su devenir histórico. De este modo, se propone integrar la dimensión empírica, teórica e historiográfica tanto en el estudio de la historia de la lengua como en lo que hace al devenir de la creación literaria y sus procesos de génesis, recuperando la reflexión sobre cómo editar textos y sobre qué es lo “publicable”, fundacional en relación con la Filología y renovada en las actuales condiciones de producción y circulación.

Esta confluencia, necesariamente, debe darse entre corrientes y prácticas que hacen forzoso el sustraerse a la compartimentación discreta de las especialidades. Por ello, se integran en el programa contenidos relativos al trabajo sobre la lengua y la literatura atravesados en ambos casos por la historia, sus prácticas, su materialidad y agentividad, presentando líneas de trabajo y enfoques teórico-metodológicos en las antípodas de cualquier sesgo inmanentista (sea esta inmanencia la de la obra o la de la langue). De este modo, los archivos de la lengua y de la literatura se superponen e intersectan: a partir de un enfoque sobre la historia de la lengua que considera como componente necesario y no meramente anecdótico la historiografía lingüística y su relación con la historia política y cultural, es posible leer en las huellas materiales de la creación literaria los movimientos de extranjería, apropiaciones y desposesión que la literatura puede efectuar en el habla de una comunidad imaginada.

 

La asignatura propone un punto de encuentro entre las dos vertientes fundamentales de la carrera de Letras (los estudios lingüísticos y literarios) a partir de la articulación de contenidos que ponen en foco la problematización de sus diversos objetos de estudio (la norma y el canon, la obra y el autor, el texto y sus lenguas) desde los procesos de fijación y variación de los que son susceptibles en su devenir histórico. De este modo, se propone integrar la dimensión empírica, teórica e historiográfica tanto en el estudio de la historia de la lengua como en lo que hace al devenir de la creación literaria y sus procesos de génesis, recuperando la reflexión sobre cómo editar textos y sobre qué es lo “publicable”, fundacional en relación con la Filología y renovada en las actuales condiciones de producción y circulación.

Esta confluencia, necesariamente, debe darse entre corrientes y prácticas que hacen forzoso el sustraerse a la compartimentación discreta de las especialidades. Por ello, se integran en el programa contenidos relativos al trabajo sobre la lengua y la literatura atravesados en ambos casos por la historia, sus prácticas, su materialidad y agentividad, presentando líneas de trabajo y enfoques teórico-metodológicos en las antípodas de cualquier sesgo inmanentista (sea esta inmanencia la de la obra o la de la langue). De este modo, los archivos de la lengua y de la literatura se superponen e intersectan: a partir de un enfoque sobre la historia de la lengua que considera como componente necesario y no meramente anecdótico la historiografía lingüística y su relación con la historia política y cultural, es posible leer en las huellas materiales de la creación literaria los movimientos de extranjería, apropiaciones y desposesión que la literatura puede efectuar en el habla de una comunidad imaginada.