“El Tercer Mundo y la Guerra Fría cultural en América Latina (1947-1989). Nuevos abordajes desde la historia intelectual” Prof. : Adrián Celentano

Durante la segunda mitad del siglo XX, múltiples agrupamientos intelectuales latinoamericanos pusieron a circular ideas y debates sobre la “Guerra Fría” y la posición que debía asumir América Latina ante el bloque capitalista, liderado por los Estados Unidos, y el bloque socialista, encabezado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ensayistas, historiadores, periodistas, escritores, cineastas y una extensa constelación de cientistas sociales universitarios analizaron en revistas, libros, folletos, fascículos y films ese enfrentamiento global y cuestionaron las persistentes estrategias institucionales con las que los Estados Unidos sostenían su hegemonía cultural. Este escenario se complejizó no sólo con el triunfo, en 1959, de la Revolución cubana, sino también los procesos de descolonización en Asia y África y con la ruptura de la China comunista con el bloque soviético. Para mediados de los sesenta, la emergente nueva izquierda ya había popularizado una nueva categoría para señalar al sujeto popular de la política emancipatoria: el “Tercer Mundo” sería el protagonista de los cambios revolucionarios hasta que, a lo largo de los setenta, las violentas represiones y dictaduras llegaran a la mayoría de los países latinoamericanos. Apoyados en la renovación de la historia intelectual interesada en la relación de las ideas con los canales materiales de circulación, abordaremos las iniciativas editoriales y las operaciones teóricas y políticas en torno de la “Guerra Fría cultural” y el “Tercer Mundo” realizadas por diversos intelectuales de nuestro continente. Según analizaremos, la nueva izquierda intelectual encontró en esa categoría la posibilidad de señalar opciones autónomas frente al imperialismo estadounidense y al colonialismo europeo, pero también frente a la persistente crisis del “socialismo real”. Ante ello nos interesará precisar el modo en que ese intento de adecuar la teoría y la política al Tercer Mundo produjo la renovación del legado marxista y de las discusiones sobre el antimperialismo y el anticolonialismo, al tiempo que impactó en el nacionalismo revolucionario, en la radicalización católica y en las vanguardias estéticas.