El largo siglo XIX en Occidente, como lo denominó Hobsbawm, implicó un conjunto de transformaciones de enorme envergadura. Desde la consolidación de un sistema capitalista que alcanzó dimensión planetaria y reformuló completamente los modos de vida, al surgimiento pluricausal de sistemas políticos basados en la representación por medio del sufragio universal masculino, bien puede decirse que no quedó aspecto político, social, cultural sin transformar, como bien supieran captar Marx y Engels en esa formulación del Manifiesto: “todo lo sólido se desvanece en el aire”. En este curso, con el objetivo de aportar a la reflexión histórica sobre tales procesos y complementar así las problemáticas abordadas en Historia General V, nos proponemos abordar tres problemáticas, y sus vinculaciones. Por un lado, las relaciones entre Revolución y Democracia, atendiendo a los conflictos por sus significaciones y configuraciones a lo largo del siglo. En no poca medida, el alcance transformador de las revoluciones francesa y americana se debió a la invención de una nueva política, de la mano del protagonismo de nuevos sujetos. La democracia ocupó el centro de las orientaciones políticas del siglo, ya sea para imponerla, ya para impedirla. Sin embargo, los sentidos de la vida democrática fueron objeto de debates y luchas políticas de diversa envergadura; también el siglo XIX puede ser examinado a la luz de los conflicto suscitados por esta nueva política democrática, por sus significados, alcances, agentes, por la tensiones entre las nociones de libertad e igualdad, etc. En el marco de esas disputas, surgieron las cuestiones social y de género como aspectos medulares de las políticas igualitaristas adscriptas a determinados sentidos de la democracia. La imbricación entre revolución y democracia es manifiesta, asimismo, en la experiencia de las nuevas modalidades del arte y de su pensamiento, esa “revolución estética” que, al decir de Jacques Rancière, instaló un nuevo régimen del arte de profundos alcances subjetivos y políticos. Si el siglo XIX es el siglo de la democracia, de las masas, es también el siglo de la literatura, agrega el filósofo francés. Por ello, como segunda problemática, imbricada con la anterior, en este curso nos proponemos analizar algunas estaciones literarias que dan cuenta de la emergencia de la sociedad burguesa y de su crisis, a la par que indagar en las configuraciones hegemónicas de la modernidad capitalista, y de una forma de la democratización, como política de las masas —o hacia las masas— que contenía, también, un proceso de integración de cuerpos sociales más extensos, numerosos y regulados por las necesidades de la economía política, sometidos a un doble proceso de individualización y serialización; es decir, una nueva forma de subjetividad. Precisamente relacionado con este último aspecto, se abordará, brevemente, como tercera problemática, un dispositivo técnico y artístico, representacional y a la vez subjetivante, que implicó nuevas formas de mirar y una ampliación de lo visible: la fotografía. Se analizarán, así, los cambios en las formas de la representación a partir del surgimiento y evolución de la fotografía, y posteriormente hacia fines del siglo de la cinematografía, con sus implicancias sociales e históricas en tanto técnica y relación social, y sus vínculos con otras formas de representación en las sociedades occidentales. En la fotografía se presentan tanto las tendencias democratizadoras de la época como las modelizaciones de la representación, aunándose allí la revolución democrática y la estética. Finalmente, se establecerán las relaciones entre estas distintas problemáticas.